XIMENA MANDIOLA
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EXPOSICION "REGISTRO III, INDAGACION DEL TIEMPO"
GALERIA PALMA - VALDES. SANTIAGO - CHILE 1999
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REGISTRO III, INDAGACION DEL TIEMPO
Por Pía Serra
Artista Audivisual

Para referirme al trabajo de Ximena Mandiola y poder hacerlo más cercano, me ha parecido clave relacionarlo con dos acontecimientos trascendentales del siglo recién pasado. El siglo XX ha sido uno de aquellos períodos de la humanidad en que han surgido grandes revoluciones del conocimiento y del pensamiento; fue un siglo donde muchas disciplinas humanas fueron cuestionadas en sus verdadres más inamovibles. Es en sus primeros años que las certezas respecto de un universo eterno, estable e infinito, son derribadas. La nueva teoría de Einstein habla de un universo regido por la relatividad. En esa misma época comienza una nueva mirada hacia la interioridad del ser. Al igual que Einstein en la física, Heidegger lo hace con la ontología tradicional, llevando a que la milenaria pregunta sobre el ser en cuanto a ser ya no sea en el vacío y en la infinitud, sino que se remita al mundo. Estos dos grandes cambios tienen además en común, que surgen a partir de la revisión del concepto del tiempo. Desde sus respectivos objetos de estudio, la física y la metafísica, el tiempo había sido visto como inmodificable e infinito; por ende un dato de ambas disciplinas. A partir de este cuestionamiento radical, el tiempo es incorporado como eje central de ellas. Y no sólo tienen en común en cuanto a objeto de estudio, sino que llegan a la misma conclusión: el tiempo es relativo y finito. (Tanto en relatividad como en metafísica el espacio es inherente al tiempo). Pero es el segundo acontecimiento el que nos atañe en forma más directa en nuestra cotidianidad y por lo tanto en el trabajo artístico, sin que lo anterior se diluya en el horizonte; el hombre contemporáneo al preguntarse por su ser en el mundo, se interroga por su existencia. De allí surge que la comprensión de este hombre actual, sólo puede ser desde el tiempo, concluyendo que su estructura originaria es el tiempo. El tiempo es entonces nuestro elemento constitutivo. Pero no es un tiempo abstracto e infinito, sino un tiempo finito; el que va entre nuestro nacimiento y nuestra muerte. Este es hoy nuestro drama cotidiano: somos seres temporales. Pero el tiempo que debemos comprender para poder reconocernos y encontrarnos y finalmente superar el drama, debe poseer cierta estructura tal que lo haga finito y por lo tanto significativo al hombre; si bien se trata de un tiempo numerado, es decir un flujo de instantes, éste debe poseer lo que Heidegger denominó la "estructura relacional de fechabilidad". Con ello quiso expresar que a partir de un "ahora" hay un "entonces" y hay un "luego"; es decir un presente, un pasado y un futuro, y por lo tanto un principio y un fin. Es este tiempo constitutivo de todo ser humano lo que indaga Ximena Mandiola en su pintura; interroga nuestra condición más original. Es por ello que nos enfrentamos a una pintura que como ninguna otra bordea, lo que milenariamente se ha denominado más allá de la física y que cabe decir aquí en propiedad, la metafísica. La historia nos muestra la importancia de aquellas manifestaciones de la creación humana que han sabido interrogar por el ser mismo, a la luz de los signos de su propio tiempo. Esta presentación quiere ser una invitación a una observación detenida y a una contemplación silenciosa de los trabajos de Ximena Mandiola. A través de penetrar el tejido de tiempo que realiza en cada una de sus telas, ya sea éste como un transcurso, o como una textura de "ahoras" fechados, seremos llevados a una reflexión sobre la existencia humana y sobre nuestra propia interioridad, objetivo último del arte.

   
   
   
   
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