"Los pensamientos son nuestra única posesión segura, ningún otro
ser humano puede pensar por mí, ni adentrarse en lo pensado
si no es expresado"
George Steiner, "Diez (posibles) razones para la tristeza del pensamiento"
Un encuentro casual con este libro, y particularmente con esta reflexión, me
motivaron en el 2015 a dar el punto de partida a este proyecto de exposición,
el que hoy se concreta
con el nombre de "Sinapsis".
Mi gran desafío ha sido entonces, desde mi propia concepción y desde el razonamiento
poético, hacer visible la privacidad de lo no dicho, generar mundos nuevos y tratar
de
transmitir por medio de un lenguaje propio de signos esos impalpables momentos
que contienen registros de una realidad que se desvanece. Una verdad personal
expresada
en
construcciones internas creadas en base a un encadenamiento asociativo
de relaciones numéricas, sin renunciar a la condición de posesión segura que tiene
el pensamiento propio.
Esta reflexión encuentra gran parte de su fuerza en la repetición incesante, donde
adquiere el dinamismo y la vitalidad que le concede la manualidad en su condición
de registro único,
personal e irrepetible. El pensamiento propio queda atrapado
en esta escritura codificada dentro de un flujo circular, rotatorio y turbulento dentro
de la tela.
Detrás de todo está la convicción de que la acumulación de energías y significados
a la manera de un mantra, es necesaria para grabarla en la memoria y lograr
eternizar el momento
en una metáfora visual de lo no dicho, y en una abstracción
del pensamiento sólo recuperable de manera fragmentaria. Ese pensamiento
humano que reflexiona sobre nuestra propia
existencia y nos hace presentes
a nosotros mismos, porque residimos en el mundo a través de él.
Las obras que hoy les presento ponen en tensión el decir y el no decir, el velar y el revelar.
En esta serie, el código custodia el contenido, mientras los recursos visuales prodigan
su expresión.
Quiero compartir estos vórtices e invitarlos a sumergirse, con la esperanza que
reconozcan una parte propia que hasta entonces no haya tenido expresión.
Ximena Mandiola
Agosto 2014
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